jueves, 9 de septiembre de 2010

Un extraordinario artículo del Padre Luís Ugalde

LUIS UGALDE


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Lunes 27, la gente amanece trasnochada, cansada, pero feliz, y la celebración se escapa a la calle. Los venezolanos, con su masiva participación en las urnas ¬no menos de 70% de los electores¬ salvaron, por ahora, sus amenazadas libertades democráticas. Hay mucho que celebrar, aunque también cosas que lamentar y corregir desde este momento.

Celebramos el nacimiento de una nueva Asamblea Nacional que representa parcialmente la diversidad política de Venezuela, donde se van a escuchar las voces del Gobierno y su proyecto, pero también a diputados con proyectos democráticos distintos. A veces coincidirán y otras no.

Los electores no se contentan con una Asamblea pluralista y más representativa de la diversidad política; quieren, además, que los nuevos diputados los representen los oigan de verdad y que se dejen interpelar por sus representados en los puntos más sentidos y urgentes, y en los temas nacionales más graves como la seguridad-violencia, descentralización, construcción de viviendas y hábitat, reactivación económica e inversión para brindar oportunidades de trabajo digno a 60% de los venezolanos que hoy sobreviven con empleos precarios o en desempleo.

En adelante no se aprobarán leyes sin discusión. El Ejecutivo tendrá interlocutores con ideas propias; se iniciará el camino de lucha para que el Poder Judicial, la Contraloría, la Fiscalía y la Defensoría del Pueblo hagan honor a su nombre y pasen de serviles del Gobierno a servidores de la sociedad, como exige la Constitución.

La nueva Asamblea tendrá que reaprender a dialogar, a discutir acaloradamente, pero con respeto; a representar el sentir de los diversos sectores del país. Ya no será posible aclamar lo que, sin leerlo, refrenda lo que le envía el Gobierno. Se pondrán a funcionar los mecanismos contra la corrupción y se exigirá rendición de cuentas.

El 27 de septiembre celebramos el hecho de que se salvó la democracia de una verdadera amenaza dictatorial; ganó 80% de los venezolanos que (chavistas o no) son demócratas. ¿Reconocerán el triunfo los dictatoriales? Lamentamos. Luego vendrá el examen y la discusión de lo que se hizo mal en la etapa preelectoral y el día de la elección. Habrá críticas duras a los espíritus mezquinos que anteponen su pequeño partido o su pequeño ego a los intereses nacionales y así impiden un triunfo más rotundo de la democracia, y a los cómodos que se quedaron en casa, pues nadie era digno de recibir su voto: pudimos haber obtenido más diputados.

Apenas empieza el rescate de la democracia, que será duro.

Los representantes, les guste o no, tendrán que entender que la sociedad no quiere marcha atrás hacia los tiempos de la hegemonía de los partidos, ni continuar en el populismo caudillista, lleno de palabras y vacío de realizaciones.

Esta celebración democrática del 27 de septiembre ¬apenas dentro de 15 días¬ no sólo es deseable, sino posible y necesaria. Pero no está garantizada.

De cada demócrata depende hacer que lo necesario se realice. No requerimos ni más tiempo de campaña, ni más dinero, ni más poder, ni mejores candidatos para enfrentar el desbocado abuso de poder y la imposición de una sociedad totalitaria. Sólo hace falta más decisión y responsabilidad de todos en estas dos últimas semanas: votar, motivar a otros, cuidar las mesas y los resultados, y defender el futuro de nuestro país al expresar con claridad la voluntad democrática de más de 80% de los venezolanos.

Los opositores al proyecto dictatorial deben entender que sus propuestas entusiasmarán a la población sólo si van llenas de pasión por abrir un espacio digno y de poder compartido para los que no tienen poder. Más allá de ilusiones y promesas, los excluidos necesitan programas, realidades y oportunidades.

El examen democrático del 26 de septiembre será exigente con el Gobierno, pero también con los políticos opositores y con la responsabilidad política de cada uno de los venezolanos. Examen sin derecho de reparación ni término medio: o la celebración del triunfo de la democracia y de los derechos humanos democráticos, o su funeral luego de una terrible derrota.

El triunfo actual nos llevará, en el 2012, a obligar democráticamente al Presidente a entregar el poder, luego de 13 años ininterrumpidos de gobierno, sólo superados en Venezuela por el dictador Gómez.





miércoles, 8 de septiembre de 2010

Estas son las funciones de la Asamblea. Es bueno saber lo que podemos hacer...

¿Cuáles funciones le corresponde cumplir a la Asamblea
Nacional?
1) Legislar en materias de competencia nacional y sobre el
funcionamiento de las distintas ramas del Poder Nacional.
2) Proponer enmiendas y reformas a la Constitución, en los
términos establecidos en ésta.
3) Ejercer funciones de control sobre el Gobierno y la
Administración Pública Nacional, en los términos
consagrados en ésta Constitución y en la ley.
4) Organizar y promover la participación ciudadana en los
asuntos de su competencia.
5) Decretar amnistías.
6) Discutir y aprobar el presupuesto nacional y todo proyecto
de ley concerniente al régimen tributario y al crédito
público.
7) Autorizar los créditos adicionales al presupuesto.
8) Aprobar las líneas generales del plan de desarrollo
económico y social de la Nación, que serán presentadas por
el Ejecutivo Nacional en el transcurso del tercer trimestre
del primer año de cada período constitucional.
9) Autorizar al Ejecutivo Nacional para celebrar contratos de
interés nacional, en los casos establecidos en la ley.
9
Autorizar los contratos de interés público municipal, estadal
o nacional con Estados o entidades oficiales extranjeros o
con sociedades no domiciliadas en Venezuela.
10)Dar voto de censura al Vicepresidente Ejecutivo o
Vicepresidenta Ejecutiva y a los Ministros o Ministras. La
moción de censura sólo podrá ser discutida dos días
después de presentada a la Asamblea, la cual podrá decidir,
por las tres quintas partes de los diputados o diputadas,
que el voto de censura implica la destitución del
Vicepresidente Ejecutivo o Vicepresidenta Ejecutiva o del
Ministro o Ministra.
11) Autorizar el empleo de misiones militares venezolanas
en el exterior o extranjeras en el país.
12) Autorizar al Ejecutivo Nacional para enajenar bienes
inmuebles del dominio privado de la Nación, con las
excepciones que establezca la ley.
13) Autorizar a los funcionarios públicos o funcionarias
públicas para aceptar cargos, honores o recompensas de
gobiernos extranjeros.
14) Autorizar el nombramiento del Procurador o
Procuradora General de la República y de los Jefes o Jefas
de Misiones Diplomáticas Permanentes.
15) Acordar los honores del Panteón Nacional a
venezolanos y venezolanas ilustres, que hayan prestado
servicios eminentes a la República, después de
transcurridos veinticinco años de su fallecimiento. Esta
decisión podrá tomarse por recomendación del Presidente o
Presidenta de la República, de las dos terceras partes de los
Gobernadores o Gobernadoras de Estado o de los rectores o
rectoras de las Universidades Nacionales en pleno.
16) Velar por los intereses y autonomía de los Estados.
17) Autorizar la salida del Presidente o Presidenta de la
República del territorio nacional cuando su ausencia se
prolongue por un lapso superior a cinco días consecutivos.
18) Aprobar por ley los tratados o convenios
internacionales que celebre el Ejecutivo Nacional, salvo las
excepciones consagradas en esta Constitución.
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19) Dictar su reglamento y aplicar las sanciones que en él
se establezcan.
20) Calificar a sus integrantes y conocer de su renuncia. La
separación temporal de un diputado o diputada sólo podrá
acordarse por el voto de las dos terceras partes de los
diputados y las diputadas presentes.
21) Organizar su servicio de seguridad interna.
22) Acordar y ejecutar su presupuesto de gastos, tomando
en cuenta las limitaciones financieras del país.
23) Ejecutar las resoluciones concernientes a su
funcionamiento y organización administrativa.
24) Todo lo demás que le señalen esta Constitución y la ley.